jueves, 24 de abril de 2014

François Brunelle, el fotógrafo cazador de clones

Hablamos con François Brunelle, el fotógrafo que va buscando dobles por el mundo. El canadiense estará pronto en Colombia para realizar una exposición.

Por: Melissa López Díaz | Especial para El País



Le gusta leer, tocar música y cantar, pero su gran pasión es la fotografía. François Brunelle es un canadiense de 63 años que ha dedicado 14 de ellos a buscar ‘sosias’, persona que tiene parecido con otra hasta el punto de poder ser confundida con ella.

‘El otro soy yo’ es el nombre que le dio al proyecto con el que ha recorrido parte de Europa y América del Norte buscando dobles de personas que no tienen ningún vínculo sanguíneo y congelando el momento con el lente de su cámara.

Brunelle viajará a Colombia con muchas expectativas para captar diferentes dobles con su lente, pues asegura que este es un fenómeno que no tiene fronteras ni privilegios, “todos tenemos un doble o más”, manifiesta desde Canadá.
¿Por qué surge la idea de buscar el doble de las personas?

Cuando era joven empecé a notar que había personas que se parecen a otras, y por el hecho de que tengo un doble que es muy famoso, Mr. Bean, el actor Rowan Atkinson. Después de muchísimos años inicio el proyecto con la idea de buscar dobles, encontrarlos y hacer fotos de ellos juntos, con mi cámara.
¿Tiene foto con Mr. Bean?

No. Fui a su oficina en Londres, insistí tanto que al final llamaron a la Policía para que me fuera de ahí, yo solo decía: “No soy un criminal, soy un artista”. Finalmente me dijeron que dejara la maqueta de mi proyecto para enseñársela al señor Atkinson. Cuando lo vio, su agente me llamó y me dijo que le gustaba mucho, pero que no quiere ser fotografiado conmigo, la razón es que no le gusta estar frente a una cámara. No sé si sea verdad, pero no es una decepción para mí, lo respeto mucho.
¿Anheló en algún momento tener un hermano gemelo?

Tengo tres hermanos, pero no, no quiero tener un gemelo. Prefiero ser único, pero encontré mi doble aquí en Montreal, un actor que es más grande y más amable que yo. La historia de dobles es una fascinación del artista.
¿En qué países ha realizado los retratos?

Primeramente en mi país, Canadá, después en Estados Unidos, Francia, Inglaterra, España, Italia, Alemania, Portugal, Suiza, Holanda. Pero para obtener dobles en Inglaterra necesitaba seis viajes antes de obtener lo que quería, era muy complicado para ese momento. Ahora es más fácil porque la gente conoce mi trabajo, de cierta forma es un proyecto popular, pero al inicio era muy difícil obtener la participación de los dobles porque no le interesaba a nadie. Ahora que lo conocen, les parece más simpático, las personas piensan que tiene cierto valor.
¿Por qué eligió a Colombia como destino para continuar con su trabajo?

Yo también me lo pregunto. Hablando con un amigo del proyecto, nos viene la idea de iniciar la búsqueda de ‘sosias’ en Colombia y de hacer una exposición. He podido comprender que los colombianos y canadienses se pueden entender de una manera muy interesante.
¿Cuántos países piensa visitar?

Mi intención es terminar las fotos en Estados Unidos donde tengo muchos dobles, pero es un gran país. He hecho este proyecto con mi dinero, no puedo ir de ciudad en ciudad. También tengo que ir otra vez a Europa. Yo quería ir a Australia, los medios de ese país han hablado de mi proyecto en la televisión, hasta ahora allá hay pocos dobles. Iré a Brasil, allá son muy entusiastas de participar en estos proyectos, son un poquito locos como yo.
¿Cuál ha sido la experiencia que más le ha llamado la atención?

Tengo muchísimas. Hay dos hombres que vinieron aquí para la foto y no se conocían, son hombres sin pelo en la cabeza y con bigote. Se saludan: ¿Cómo estás?, ¿tienes mujer? Sí. ¿Y cómo se llama? Francine. ¡Mi mujer también se llama Francine! ¿Y tienes hijos? Sí, tengo un hijo de 16 años. ¡No! Yo también tengo un hijo de 17 años. Entonces hicimos la foto y después quedaron como buenos amigos, muchas veces durante el año se van a un restaurante con sus respectivas esposas.
¿Cómo reaccionan las personas cuando están frente a frente con su doble?

Hay dos tipos de encuentros: los que se conocen antes de la foto, que son gran parte y los otros que se conocen al instante. La reacción de ellos es mirar a la otra persona como un animal extraño, pero después de unos minutos las reacción es 100 % positiva, agradable.

Hay personas que me mandan fotos, especialmente brasileros y me dicen: “Oh señor Brunelle, por favor busque mi ‘sosia’”.
¿Por qué prefiere el formato blanco y negro?

Las personas pueden ser iguales, parecidas, pero normalmente una persona tiene la piel roja, otra la tiene de otro color, entonces cuando se mira la foto parecen muy diferentes. En blanco y negro es mucho más fácil ver las semejanzas de las personas. Sin color es mucho más versátil ver la personalidad, cuando tú piensas en tu padre no piensas en el color de piel de tu padre sino en la cara, la personalidad. El color de la piel es un problema mundial, por el racismo, pero eso no lo necesita mi proyecto.
El patrocinador se llama Francois Brunelle. Solo yo, el loco del proyecto. Paré el proyecto durante dos o tres años por cuestiones de divorcio. Hoy tengo seis hijos que ya son grandes, soy muy feliz.
¿Usted puede vivir cómodamente con esta profesión?

Con lo que da tengo que trabajar para vivir, me desempeño como fotógrafo para diferentes personas o compañías que quieren mi trabajo, pero no quiero hablar de esta parte de mi vida.
¿Desde cuándo inició con la fotografía?

Cuando tenía 18 años. Al inicio pensaba ser escritor y estudiar en la universidad para hacerlo, pero mi gusto por la fotografía era muy fuerte. Decidí abrir un estudio de fotografía en Quebec. Con un amigo de la escuela abrimos el estudio para hacer fotos. No he podido estudiar fotografía en una escuela, pero llevo cerca de 40 años de práctica.
¿Qué gana usted económicamente con la realización de estas fotos?

Ahora no mucho. Al inicio pienso que cuando el proyecto esté terminado las personas van a querer mi trabajo y van a llamarme para hacer su retrato, esa es la primera idea, pero no creo que vaya a ocurrir. Mis amigos piensan que estoy loco. Mi dinero se va en este proyecto. Ahora tengo una gran satisfacción: que millones de personas han visto mis fotos, muchos me escriben desde todos los países, me dicen: “Señor Francois he visto su proyecto, le quiero decir que me gustó mucho. Buen día y adiós”. Para mí el dinero no es más que todo, así me siento bien.

http://www.elpais.com.co/elpais/entretenimiento/noticias/francois-brunelle-fotografo-cazador-clones

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